La ciudad de Denver se ve envuelta en una fiesta-espectáculo que cuesta 100 millones de dólares. Las industrias, compañías y lobbies que ayudan a costear toda la campaña política y la propia convención (Pepsi, Qwest Communications, AT&T, General Motors, Google, Microsoft, United Airlines, entre otros), son actores de primer orden para marcar la agenda política. Las medidas de seguridad rondan los 50 millones de dólares, junto a los servicios secretos hay 3.000 policías desplegados.
Rodeando al recinto de la convención se concentran los activistas. Reclama las calles, manifestaciones contra las guerras y ocupaciones, contra Guantánamo, contra la discriminación racial, contra el sexismo, contra las políticas anti-inmigrantes, contra-protestas a la semana de acciones anti-abortistas de la derecha cristiana, acto por la libertad de los presos políticos, talleres de planificación estratégica y logística, de salud y seguridad para activistas, proyecciones de películas... Denuncia pública de las empresas que sustentan la política estadounidense: desde compañías mineras y petroleras, hasta armamento, armas de destrucción masiva, explotación infantil, compañías de seguros, bancos, etc compañías que cuentan con voto en la convención demócrata. Denuncian la inmensa cantidad de dinero gastado por los políticos en sus espectáculos propagandísticos y lo hacen evidenciando las necesidades de una ciudad como Denver, en la que el año pasado se cerraron seis escuelas, en donde hay 160.000 niños sin cobertura médica, en donde el acceso a los servicios básicos es para el primer día de la convención. La policía comenzó a cercarlos en el parque Lincoln alrededor de las 6 de la tarde y comenzó la confrontación con gases lacrimógenos y pelotas. La orden fue dispersarse pero al tiempo impedían tal dispersión porque los manifestantes permanecían cercados. Entonces se organizaron en columnas y comenzaron a avanzar hacia la policía para poder salir, entonces comenzó el enfrentamiento directo que culminó con 100 detenidos.
El grupo legal que asiste a los manifestantes ha denunciado la ilegalidad de los arrestos, que se trata de un clásico arresto masivo ilegal, indiscriminado y arbitrario la policía sostiene que los manifestantes desobedecieron las órdenes, que obstruyeron las calles y el orden público y que algunos llevaban piedras y otras “armas potentes”, la parte legal argumenta que pese a que la policía ordenó la dispersión de los manifestantes no había lugar a donde ir, estaban completamente cercados.
El resto de las acciones han sido menos violentas, pero la presión policial no ha disminuido, a pie, en caballo, bici, furgón, coche o moto, los 3.000 policías se despliegan por todos los alrededores y ante cualquier acción. Así mismo se han hecho públicas denuncias de pinchazos telefónicos, seguimientos y espionaje al estilo clásico yankie, desde un grupo de activistas perteneciente a uno de los colectivos organizadores que encontraron a un hombre "arreglando" el teléfono de la habitación de su hotel" hasta detenciones aisladas y premeditadas, como la de la activista Alicia Forrest del colectivo antimilitarista CodePink, que fue detenida cuando protestaba ante un pastor que leía manifiestos contra la homosexualidad en el marco de las acciones anti-abortistas de la extrema derecha.
CodePink protester is slammed to the ground by police
"No hope in Capitalism" Es el grito principal que encabeza los distintos reclama las calles de estos días, los manifestantes aparecen y desaparecen por las principales arterias de la ciudad tratando de bloquearlas y sorprender a los policías "No more presidents, no more wars", "No cops, no KKK, no fascist USA"
"Stop the torture, stop the war" Las manifestaciones antiguerra han sido de las mayores. Gritos contra las guerras de Iraq, afganistan y Palestina, gritos contra todas las ocupaciones imperialistas. Guantánamo también se ha visibilizado como causa de una protesta contra un sistema judicial torturador.
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La policía reprime a protestantes pacíficos en Denver
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